Opinión

Un asunto sugerente

Poco sabemos sobre los tejemanejes que ocurren dentro del Vaticano, se nos hace complicado imaginar que dentro de sus muros se den pugnas al igual que en el mundo exterior, por medio de su hermetismo y sus dispositivos propagandísticos desplegados, han forjado la idea de ser un ente casi perfecto, el paraíso en la tierra. En este territorio se encuentra la sede suprema de la iglesia católica y se ubica la morada del representante de Dios en la tierra (idea defendida por los seguidores de esta religión). Es el único país con un gobierno teocrático en Europa, se sitúa en Roma. La vida en este pequeño estado (la interrelación de sus ciudadanos y autoridades), es algo desconocido, por eso, llevar al mundo de la ficción este asunto puede ser atrayente. La cuestión, al tener ese aire de algo sagrado ligado a una religión, no suele ser tocado porque se pueden herir susceptibilidades, abordar de una forma inadecuada, llevando a la burla esta materia, puede ser tomada como una ofensa por los seguidores de este credo, escribir sobre dogmas es sumamente intrincado.
La serie The Young Pope (El joven Papa, 2017), nos coloca en un escenario en donde la iglesia católica ha sido relegada a un papel meramente simbólico, su número de seguidores se ha visto disminuido, el poder que ostentaba en el pasado no es tal en la actualidad, los vicios y las pugnas dentro de su seno han ocasionado un serio detrimento de su popularidad. Debido a estos dilemas, el grupo encargado de elegir al nuevo gobernante decide decantarse por una opción que, dentro de todos los aspirantes, dé aires renovados a esta institución y la haga atractiva. En este contexto eligen al nuevo Papa bajo el nombre de Pío XIII, un atractivo y carismático hombre menor de cincuenta años, consideran que su juventud es sinónimo de apertura, es una ocasión para dar otro rumbo a la política que se ha venido aplicando; sin embargo, el nuevo Pontífice es partidario de volver a las viejas tradiciones, cumplir a rajatabla los preceptos católicos, es crítico con la actitud banal de varios miembros de la congregación porque han olvidado el papel que se les encomendó: ser cuidadores del rebaño y llevar sus almas por el camino de la salvación.
El papel principal es interpretado por Jude Law, su personaje nos muestra al sucesor de San Pedro como alguien más terrenal, con dudas e ideas impensables para alguien de su posición, en algunos casos sufre de las debilidades del común de los mortales. La forma de atacar este tema da un aire novedoso a algo que, abordado de otro modo, tal vez no funcionaría como sucede dentro de esta ficción.
Existen distintos puntos a considerar en esta serie, durante sus diez episodios aborda diferentes temas, se convierte en un espacio de denuncia, los más resaltantes se enfocan en los escándalos ocasionados por varios de sus miembros alrededor del mundo. Hace hincapié en los casos de pedofilia y los juzga sin miramientos, el encargado de investigar estos sucesos es Monseñor Gutiérrez, encarnado por Javier Cámara, la interpretación que realiza es una de las mejores, su papel de cura alcohólico en vías de redimirse nos hace partícipe de todo el proceso.
Otro de los personajes que se hace entrañable dentro de la historia es el Cardenal Voiello, encarnado por el actor Silvio Orlando, es el secretario de estado del Vaticano. Al inicio puede parecer un personaje oscuro y manipulador, pero, como suele suceder en este tipo de aventuras televisivas, comenzamos a sentir afecto por el que, supuestamente, es el malo de la narración, una vez que se nos explican sus motivaciones para actuar de determinado modo. Este religioso es seguidor del Nápoles, equipo de la liga italiana de fútbol, Maradona es su máximo ídolo, al que considera el mejor jugador de la historia, esto nos muestra que, dentro de todo, este funcionario es como el resto de hombres, solo se diferencia por el cargo que desempeña.
También se nos presenta a la hermana Mary, personificada por Diana Keaton, una figura que se convierte en el brazo derecho del Sumo Pontífice, consigue sosegar sus ánimos, se convierte en un pilar fundamental dentro del nuevo orden instaurado.
Uno de los temas que recorre la serie es el sentimiento de abandono que sufre el Papa, durante toda la temporada sus esfuerzos se centran en encontrar a sus padres, quizás es el tema más redundante, esto, de una u otra forma, explica la manera de desenvolverse del personaje y se irá desmenuzando en el discurrir de la trama.
Esta serie nos propone una visión particular de la sociedad dentro del Vaticano, haciéndonos entrar en el interior de esas paredes inexpugnables, derribando —en la ficción—, el hermetismo que le caracteriza, asimismo, nos muestra los distintos espacios que de otro modo no podríamos conocer. La historia es sencilla, no busca polemizar, simplemente aspira a hacer más terrenal un espacio en donde se sitúa una de las instituciones más cerradas del mundo.

Mitchel Ríos

Lume

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