Opinión

Slumdog

Un joven está a punto de ganar un concurso de televisión gracias a sus conocimientos, sin embargo, esta espontaneidad, hace que surjan sospechas, pues consideran que es casi imposible acertar las preguntas cómo él ha venido haciéndolo. Por el programa han pasado cientos de personas, todas ellas con un mejor currículo, con ostentosos cargos y, asimismo, con un mejor nivel intelectual (por lo menos, eso es lo que creen los productores). De repente, se enfrenta a la última pregunta, si la responde correctamente podrá jactarse de ser un nuevo millonario, nadie sabe cuál será el desenlace ¿será posible que lo consiga o se truncarán sus sueños?
En Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008) se narran las aventuras de Jamal Malik, un chico hindú, nacido en Bombay, que está a punto de ganar veinte millones de rupias, una cantidad elevada de dinero, por algo es el premio máximo del concurso. En ese instante nos muestra, a través de varias analepsis, como llega a ese momento cumbre de su vida. A lo largo de sus escenas somos testigos de las duras circunstancias que ha atravesado, también asistimos a la forma en la que se ha sobrepuesto a esas continuas penurias.
En el filme se duda de las capacidades de Jamal, fundamentalmente de su sabiduría, no es posible que sea más inteligente que los nacidos en otros estratos con más comodidades, por eso la respuesta cae por si sola, la única posibilidad de que destaque es que esté haciendo trampas, pues al pertenecer a una capa pobre de la sociedad india, se da por sentado que es un tipo sin cultura y estúpido (solo así se entiende la forma en la que viven los slumdogs), este es el problema que desentraña la obra.
Su forma de actuar y la seguridad al responder son muestras de que es parte de un entramado que busca estafar a la cadena de televisión. No se puede entender que un personaje así, surgido en un área pobre, muestre ese nivel de conocimientos, porque en el imaginario del vulgo, el espacio define a sus habitantes y no al revés, como si estuvieran marcados por el mismo y se da por hecho que todos siguen un patrón rigiéndose por normas que se alejan de las aceptadas por las demás clases sociales.
Una cinta que se enfoca en poner sobre la mesa el proceso mediante el cual una persona no se deja arrastrar por el medio y sale airoso. A pesar de que todos dan por sentado que seguirá un determinado sendero, por el contrario, no lo sigue, no deja que este lo limite. Es así que el guion toma como pretexto un mero programa de entretenimiento para contarnos lo que hay detrás, los entresijos de la vida de Malik, nos descubre al concursante y desarrolla su trama lejos de la simple anécdota, pues se enfoca en la parte humana del jovencito hindú, haciéndonos partícipes de sus sinsabores y alegrías, en una realización ágil que se aparta de los estereotipos y juega con el espectador.

Mitchel Ríos

Lume

Agli