Opinión

Otro ensayo…

En el transcurso de la vida hacemos elecciones, solemos centrarnos en los eventos considerados por nosotros como más importantes, dejando de lado los no atractivos, el fin es llegar a cumplir nuestras metas, no obstante, en algún momento, cuando hagamos el recuento de todo lo transcurrido y de los hechos acaecidos en nuestra existencia, nos detendremos a pensar y a rememorar todo lo que hemos vivido —quizás en ese momento el juicio de nuestra consciencia sea duro—. No siempre se podrá llegar a ese momento con las cuentas saldadas con el pasado.
Marion Post, una mujer de cincuenta años —algunos dirán que es de mediana edad— vive una vida tranquila, de forma correcta, una ciudadana modelo. Ha logrado todas sus metas en el aspecto profesional, es una filósofa connotada, con varios libros publicados, un referente en ese campo. Viéndola desde fuera cualquiera diría que es feliz. Está casada y tiene una hijastra a quien sirve de guía (la muchacha la admira); en pocas palabras, es una mujer con la vida solucionada. Este personaje pertenece a la película Otra mujer (Another Woman, 1988) escrita y dirigida por Woody Allen, nos muestra los aspectos más humanos de una profesional prestigiosa, ahondando en sus problemas personales.
La forma de ver el pasado tiene relación con el momento actual, conforme pasa el tiempo nuestras circunstancias varían, así como la importancia dada a los hechos. Todos cambiamos —es una gran verdad—, por eso, a veces, cuando analizamos ciertos comportamientos que hemos podido tener son injustificables con la forma de pensar presente.
Post logra obtener el permiso de la universidad para la que trabaja, durante un año se centrará en el desarrollo de su nuevo libro. Decide alquilar un piso para poder aislarse y de ese modo enfocarse en la redacción de su obra, sin embargo, al lado del inmueble en el que ubicará su estudio trabaja un psicólogo; descubre que, a través de una rejilla de ventilación, se pueden escuchar las conversaciones que mantiene con sus pacientes. La voz más recurrente, a parte de la del especialista, es la de una chica, Hope, interpretada por Mia Farrow. A partir de las escuchas, comienza a rememorar su vida, las palabras que utiliza la paciente para explicar sus problemas, retumban en la mente del personaje interpretado por Gena Rowlands. De alguna manera se identifica con la muchacha porque en su juventud vivió circunstancias similares, en ese momento surgen las dudas sobre la vida que eligió, tal vez no es tan buena como ha venido creyendo.
La filósofa inicia un recuento de las decisiones que tomó en el pasado. Toda su vida ha buscado lograr la excelencia en su campo, el reconocimiento del mundo intelectual y vivir de forma tranquila, pero al realizar ese escrutinio descubre cosas que de una u otra forma ha ido bloqueando, tal vez para auto engañarse y seguir su camino sin sentirse atada a minucias. Antepuso el crecimiento profesional al crecimiento en otros aspectos.
Independientemente de nuestras ideas nos llegaremos a identificar con el personaje creado por Allen, hasta ahora es el más humano que nos ha mostrado, un personaje lleno de dudas, incertidumbres y demás disquisiciones que nos afectan. Con esta historia no busca responder preguntas existenciales, más bien, nos crea muchas interrogantes, eso es lo que la hace un buen filme, somos partícipes de su trama. Nos deja dándole vueltas a varias ideas que de una u otra manera hacen de esta historia algo que vamos a recordar.
Marion se ha auto engañado todo este tiempo, por eso comienza a denotar cierta fragilidad en su felicidad, ha llegado a su meta gracias al apoyo de varias personas, a quienes ha olvidado en el proceso, para ella la gente no era un fin sino un medio. Su pasado regresa para volverse en su contra, el orden seguido por su vida, las normas a las que se ha ceñido la colocan en esa posición, deberá dejar de reprimirse; comenzar a disfrutar de todo aquello que considera transgresor, deberá dejar de lado sus taras como una forma de estar en paz consigo misma. Dentro de todo el desmoronamiento de su mundo, podrá recoger los retazos restantes para construirse una existencia más adecuada que la del inicio.

Mitchel Ríos

Lume

Agli