Opinión

Nuestro secreto

Soñamos con una segunda oportunidad; modificar hechos de nuestro pasado que no salieron bien. Esto se queda en un simple deseo, no pasa de ser una idea loca porque esa época no se puede cambiar —por lo menos en el mundo real—, sin embargo, en el mundo de la ficción ha sido un tema en torno al que han girado muchas historias.
¿Qué haríamos si pudiéramos remontarnos a un momento puntual de nuestra existencia?, ¿cambiaríamos un solo evento o varios? Hay momentos puntuales que se extrapolan al resto y que consideramos que marcaron nuestro futuro, como un punto resaltante; nos dejó huellas para toda la vida.
Podemos pensar en muchas cosas que haríamos, pero quizás, cambiando algo del ayer, el presente no sería tal como lo conocemos, de eso trata la película El Efecto Mariposa (The Butterfly Effect 2004, dirigida por Eric Bress y J. Mackye Gruber). Pequeñas variaciones sin importancia alguna pueden modificar sistemas complejos —teoría del caos—, en esta hipótesis se basa el guion del filme; a su vez sostiene: el aletear de las alas de una mariposa puede ocasionar un tsunami al otro lado del mundo.
La película no es de las mejores que se hayan realizado, tampoco pasará a la posteridad como un filme innovador, la trama es sencilla, gira en torno a la posibilidad de cambiar el presente mediante viajes al pasado —viajes que se dan en la mente del personaje—, pequeños momentos que tuvieron repercusiones en su presente. El protagonista, Evan Treborn, ha crecido en un entorno disfuncional, sufre de problemas de la memoria, mientras es tratado, un especialista le aconseja escribir un diario y llevar los detalles de su vida cotidiana para encontrar sentido a las cosas que le suceden, la vida sigue su curso. Cuando está en la universidad decide contactar con una antigua amiga, Kayleigh Miller. Abrir esa puerta ocasiona el desarrollo de eventos que no estaban planificados, por eso el personaje interpretado por Ashton Kutcher comienza a buscar la explicación en sus diarios; descubre que puede remontarse a su niñez; sin embargo, cada uno de los cambios que realiza en ese tiempo pretérito ocasionan diversas modificaciones en su futuro, eso hace denotar lo imprevisible que puede ser una aventura así. Todo es caos, no existen las certezas, es un viaje sin retorno; el presente es modificado, deja de existir. Las variaciones que se realizan originan cambios profundos en la existencia de los personajes de la ficción.
La idea de modificar el pasado puede ser algo que nos seduzca, pero cualquier acción que realicemos en ese tiempo anterior tendrá consecuencias en el presente. Solo nos queda imaginar cómo podría ser el mundo si hubiéramos tomado determinadas decisiones, no existe la manera de modificar nuestra época pasada, no obstante, todos nuestros juicios y pensamientos que podemos tener se quedan en sencillas especulaciones. Pensamos que las cosas podrían ser mejor, pero tal vez podrían ir peor, de vez en cuando deberíamos pensar en eso. El tiempo, la temporalidad y los mundos posibles nos deben hacer pensar que, de una u otra forma, tal vez el mejor mundo posible es el aquí y el ahora, es el presente que estamos viviendo.

Mitchel Ríos

Lume

Agli