Opinión

Mundo paralelo

El 26 de abril se entregaron los premios Oscar, unos premios marcados por la pandemia. Debido a la COVID 19 esta edición no fue lo glamorosa de otras veces, se notaba algo descafeinada por la ausencia de muchos nominados en la ceremonia de entrega. No obstante, obviando este inconveniente, la presentación resultó entretenida, los discursos fueron largos y marcados por su tono reivindicativo. El premio que causó más expectativa fue el otorgado a la mejor película, participaban, entre ellas: El padre, Judas y el mesías negro, Mank, Minari: Historia de mi familia, Una joven prometedora, Sound of Metal, El juicio de los 7 de Chicago y Nomandland, ganándolo, finalmente, esta última.
La cinta Nomandland (Chloé Zhao, 2020) se centra en contarnos la vida de una mujer desarraigada que lo ha perdido todo durante la última crisis económica. Su trama detalla alguna de sus andanzas como nómada y su manera de vagabundear por el mundo subida a su furgoneta en busca de una vida mejor, tratando de ganarse la vida sola, sin depender de nadie.
El planteamiento de la obra es diáfano, queda claro que esa mezcla entre ficción y realidad nos atrapa. Para causar este efecto juega un papel fundamental Fern, personaje interpretado por Frances McDormand, que, conforme avanza el metraje, se convierte en el pilar fundamental de la narración, porque casi siempre se ve en pantalla. Con sus apariciones McDormand da armonía al relato, su tono pausado y la forma en la que nos adentra en sus entresijos, es uno de sus puntos fuertes. A pesar de tener un ritmo lento el filme no resulta pesado, esto ocasionado, en gran medida, por la empatía que irradia su personaje principal.
Uno de los aciertos de la directora, dentro de la película, es hacernos creer que se trata de un documental, debido a que está plagada de testimonios que nos dan alcances sobre la vida de los nómadas. Para lograr este efecto utiliza mayoritariamente a personas comunes y corrientes que se interpretan a sí mismos, esto le añade valor a su realización. Además, se añade el cuidado en los detalles, la buena fotografía, los paisajes elegidos llenan los ojos en todo momento, y el buen montaje que engarza de la mejor forma cada escena.
Esta construcción muestra el proceso de aprendizaje que transita Fern, en ese recorrido coincide con más seres que le ofrecen su apoyo, pues viven una realidad similar a la suya. Gracias a esto descubre que no está sola en el mundo, con esos grupos es capaz de generar relaciones, forja amistades que la confortarán durante su aventura.
El mensaje de la película es contundente: El ciudadano de a pie es quien más sufre una crisis económica, la vive en sus propias carnes. Los testimonios de los participantes estremecen y hacen que tomemos conciencia de sus desventuras, siendo cercanos y cálidos con sus parlamentos. Esto nos permite conocer la realidad de muchas personas que la pasan mal en el mundo y cuyas voces son silenciadas. Asimismo, consigue que nos identifiquemos con la forma de narrar la historia.

Lume

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