Opinión

Los entresijos de la ley

Según las acepciones que tiene el término ley, dentro del campo jurídico, se lo puede considerar como un precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados. Asimismo, en el régimen constitucional, es una disposición votada por las cortes y sancionada por el jefe del estado.
Obviando estas definiciones, todos usamos este vocablo, pero nadie sabe a cabalidad cuál es su alcance, sencillamente, porque pocas veces se nos explica en que consiste su utilización.
En este sentido, si buscamos que nos eche un cable la caja boba, con su poder didáctico, mal vamos, pues en lugar de satisfacer nuestras dudas, nos confunde más.
He intentado aclararme siguiendo alguno de los noticieros más populares, sin embargo, en lugar de enseñar, manipulan en tanto les convenga, porque, a veces, donde dicen digo, dicen Diego. Esto, claro está, depende del viento que sople y de sus necesidades comunicativas.
Estos días se ha visto un enfrentamiento de dos entes que se encargan de velar por el orden del país, ambos dicen estar del lado de la ley, no obstante, uno ha sido elegido por el pueblo, su función es legislar, y, el otro, ha sido puesto ahí por un grupo que quiere tener el poder a toda costa, incluso a fuerza de convertir en un sainete el panorama político. Ya que habla de democracia, en tanto esté del lado de sus intereses y, de lo contrario, cuando no se ajusta a estos, suelta diatribas en las que advierte del peligro que se puede cernir en el país, ergo, su unidad estaría pendiente de un hilo.
De esta forma, el ente que reclama como suya la ley, ha mantenido su posición a causa de un bloqueo ocasionado por la facción política que se cree dueña del poder y llama golpistas a quienes opinen lo contrario, a quienes quieren encaminar este despropósito, incluso se jactan de mantener el bloqueo, pues arguyen que ellos son los más capacitados para llevar las riendas de este poder.
El panorama no es halagüeño, debido a que la mayoría de los medios intentan hacernos creer que los que están sometiendo las normas a su gusto, son los que están actuando de acuerdo con la ley (nuevamente utilizan el término para validar su posición), sin embargo, han quedado en evidencia, al hacer notar su carácter egoísta, porque solo quieren ser beneficiados y no buscan el bien común.
Incluso hablan de un gobierno ilegítimo, cuando este ha sido elegido en unas elecciones justas, en un proceso limpio, pero al cual intentan manchar para que tenga base su reclamo (casi siempre se niegan a aceptar los resultados), en tanto ellos no sean elegidos la duda de fraude está latente, en su imaginario pervierten todo lo que tocan, inclusive la ley, haciendo que se haga confusa y nadie pueda decir que está bien o mal.
Igualmente hay comunicadores que se posicionan, asumiendo que quienes están ostentando un puesto fuera de cualquier norma, porque ha caducado, tienen legitimidad, siguen en funciones, esto hace que su voz se mantenga como algo a escuchar y no a criticar.
Al final, de tanto usarla, de tanto manipularla y de tanto jactarse de estar de lado de la ley, ya que todos los que la usan dicen estarlo, logran que esta palabra pierda toda significación, se vuelva hueca, llegue al grado cero de su legibilidad, puesto que deja de tener un sentido, deja de tener una finalidad, ya que se utiliza a la conveniencia de quien se apropie del relato jurídico.

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