Opinión

Intenciones ocultas

1925, Montana (EEUU), dos hermanos, dueños de un rancho ganadero, viven enfocados en cuerpo y alma al trabajo, hasta que uno de ellos, George, conoce a Rose, una viuda que atiende, junto a su hijo Peter, una posada, de forma mágica surge el amor entre ellos y al poco tiempo contraen matrimonio. Este hecho trae consigo una serie de disputas con Phil, el otro hermano, porque no concibe que se altere la armonía en la que viven, en tal contexto surgirán distintas pugnas que traerán sorpresivas consecuencias. Esta es, a grandes rasgos, la trama de El poder del perro, película estrenada en 2021 que, dirigida por la afamada directora neozelandesa Jane Campion, utiliza como escenario el ambiente rural norteamericano.
Esta producción tiene un ritmo pausado, se toma su tiempo para mostrarnos a los protagonistas y nos adentra en un mundo lleno de paisajes asombrosos, los planos abiertos los exhiben en todo su esplendor; en este sentido, la mirada contemplativa, que se hace presente en muchos instantes de la obra, queda sustentada por la majestuosidad de la naturaleza.
El entorno bucólico es el elegido para que se desarrolle la violencia psicológica entre Phil y Rose, enfrentamiento que tiene lugar a causa del abandono fraternal, George decide casarse y rompe, con esta decisión, la tranquilidad del ambiente, hasta ahora armonioso.
De todos los personajes destaca Phil, interpretado por Benedict Cumberbatch, debido a que nos muestra a un tipo que al inicio parece encajar dentro del molde de lo que esperamos que sea un cowboy, se muestra fuerte en todo momento y parece que el entorno le viene bien, ha nacido para ser el macho alfa. Sin embargo, conforme avanza la narración la involución de este personaje se hace patente, ya que al dejar caer su máscara y mostrarse tal como es (desprotegido), pierde todo ese halo de misterio que se quiso construir en muchos pasajes del relato. Mantener la imagen de masculinidad que todos esperan de él, hace que viva atormentado, ya que tiene que fingir determinados comportamientos, si no, no podría desenvolverse sin ser señalado por todos aquellos con los que se relaciona (se sobreentiende en ese medio que se defiende un determinado modo de vida y de costumbres), por eso al dejar caer las barreras (censura), que ocultaban su verdadero rostro, queda expuesto a lo que temía y finalmente es la víctima de sus impulsos.
Tras ver esta producción y observar las distintas interrelaciones entre los personajes, uno queda sorprendido por el nuevo enfoque, porque se centra en aspectos que antes fueron denostados: el descubrimiento de la sexualidad y las pugnas de género.
Esta nueva mirada hace que se sientan más cercanos los arquetipos que interactúan en cada una de las escenas, pues nos muestra la cara humana de un ambiente en el que no tenían cabida aquellos que no demostraran tener cualidades de masculinidad y no se adaptaran a sus parámetros, estereotipo, es así que la directora nos muestra sus motivaciones, la cara oscura (por llamarlo así) de unos seres que sufrían los mismos padecimientos que cualquiera en el mundo.

Lume

Agli