Opinión

Imaginando el futuro

Los diarios en formato digital se han adueñado de la red, gracias a ellos uno puede estar informado de lo que sucede en el mundo sin moverse del asiento. Cuando traen artículos interesantes guardo los links para leerlos en otro momento con minuciosidad. Me gusta quedarme con aquellos que te hacen pensar, te dan otra perspectiva de algunos temas, haciendo que me replantee ciertos puntos de vista.
El tema en sí mismo puede ser interesante, pero también es fundamental la forma de redactar del periodista, si no logra acercarse al lector, es complicado que logre empatizar con él, por lo tanto, no consigue ninguna emoción durante su lectura. Tampoco ayuda la desgana al efectuar su trabajo, eso se nota cuando dejan pasar errores que interrumpen la fluidez del escrito; puede parecer una tontería, pero esas pequeñas cosas motivan o desmotivan en el momento de leer una redacción.
Hace poco vi una noticia sobre una máquina que puede ver varios minutos del futuro, no bien leí el titular del reportaje quise apurar su lectura para enterarme de si era posible viajar en el tiempo. Muchas representaciones vinieron a mi cabeza. Si era posible realizar una travesía así, podría saber en qué desembocarían mis acciones. Se me ocurrieron varias ideas. Las posibilidades que ofrecería una tecnología de este tipo serían infinitas: sería posible impedir catástrofes o evitar accidentes.
Seguí leyendo el texto, quería explorar la forma en la que habían descubierto este tipo de predicciones, además de indagar si el asunto estaba claro en su desarrollo. Mis ansias por continuar avanzando en el escrito crecían, estar delante de un descubrimiento de este tipo no se puede explicar, no todos los días uno se entera de que los viajes en el tiempo son viables. Hace tiempo vi un documental que abordaba este asunto, sin embargo, no se llegaba a decir con seguridad si era aceptable pensar en su realización. Para poder llevarlos a cabo tendrían que confluir diversos factores, no solo bastaba con aplicar las fórmulas matemáticas inventadas para ese fin, no obstante, quizás en algún punto de nuestra evolución no sería tonto pensar en su realización. Durante el desarrollo del programa el científico que hablaba solicitaba una prueba, para esto invitaba a alguien del futuro a ir a su posición a una hora determinada, esperó durante varios minutos y ese invitado no apareció, con esa prueba se cerraba toda posibilidad a ese tipo de aventuras.
Seguí avanzando en el estudio del reportaje, la respuesta a esa predicción del futuro se encontraba en un algoritmo programado para ese fin, a partir de cierta información que se le proporcionaba podía decir lo que sucedería en un futuro próximo, para esto se estudiaba a un grupo de personas, en su mayoría eran sujetos que seguían un patrón. Al leer esto mi decepción fue grande, siguiendo un patrón cualquiera podría predecir el siguiente paso a dar de la persona estudiada, el programa no trabajaba solo, era necesario que alguien estuviera detrás. Para capturar a un asesino en serie, se tendría que predecir el siguiente asesinato después de guiarse por su forma de operar, la manera de elegir a sus víctimas y demás factores, pero toda esta información debería ser añadida de forma manual, no sería producto del libre albedrío del software.
Terminé de leer el informe, al descubrir que no se trataba de un viaje en el tiempo me sentí defraudado, esperaba otra cosa, un programa mágico, no un algoritmo al que se le tuviera que proporcionar información, uno que pudiera hacerlo de forma automática.
El título del artículo me resultó un engaño, un ardid como tantos otros para hacernos picar el anzuelo y conseguir visitas, no se podían predecir varios minutos en el futuro realmente, lo que se podía hacer era deducir lo que haría una persona siguiendo una receta. Dejé de leer el artículo, bajé a la zona de comentarios para ver si algún otro lector pensaba como yo, no fue posible, los comentarios estaban desactivados.

Mitchel Ríos

365