Opinión

El despotismo en las redes

Últimamente en las redes sociales hay una caza de brujas, se quiere silenciar la voz de determinadas cuentas que tienen alcance en ciertos sectores, porqué algunos entes han descubierto que, estos medios alternativos de información llegan a dónde no lo hacen los tradicionales, en muchos casos monopolizadas por estamentos interesados en mantener en el oscurantismo informativo al ciudadano de a pie.
Para este fin utilizan la más burda de las técnicas, hacerse pasar por el dueño de la cuenta, denunciar el uso indebido, como si infringieran las normas de la protección de datos personales. Valiéndose de este ardid consiguen el bloqueo definitivo. En tal situación cualquier reclamación sobra, los encargados de administrar la justicia en estos entornos, no escuchan, bloquean y listo, asunto solucionado, el tema no es con ellos.
Supongo que estos representantes serán gente preparada, ya que no imagino que pongan en puestos de responsabilidad a tipos fácilmente manipulables, no pido que estén extremadamente capacitados, pero por lo menos que tengan dos dedos de frente.
El proceso para recuperar una cuenta suele ser tedioso, piden información personal, copia de documentos de identidad, lo que implica invertir tiempo, la mayoría de los usuarios no están dispuestos a hacerlo, dando por bueno el actuar de quienes vulneran sus derechos.
La sensación de saber que no se ha hecho nada para llegar a esta situación es intrincada, no basta con tener la conciencia tranquila, es necesario demostrar eso y más, poniendo piedras a cada paso que se da para limpiar nuestra imagen.
Sé que las redes sociales no son espacios públicos, aunque a veces se juzgue así, debido a que, en apariencia, podemos escribir y comentar lo que queramos. En tales circunstancias perdemos de vista que son sitios programados por un determinado grupo de personas que buscan ganar dinero, no tienen otro interés, nadie hace las cosas gratis. Por eso, al perder de vista que es un entorno mercantilista, podemos cometer la osadía de faltar a sus reglas, viéndonos obligados a recibir amonestaciones de su parte.
Lamentablemente esto irá en aumento, la forma en la que discurren estos sucesos, la inquisición informática seguirá haciendo de las suyas.
No obstante, si los dueños siguen empeñados en monetizar su entorno, comenzarán a perder usuarios que buscarán, valga la redundancia, entornos menos tóxicos y abiertos a opiniones diferentes a las que sus robots consideren pertinentes. ¿Quién sabe lo que es aceptable o no? En un mundo deshumanizado, en donde las reglas cambian a diario, se reservan el derecho de admisión o, incluso, te pueden acusar de lo que brote de su bonita imaginación, es difícil entender cuál es la vara de medir, te echan sin más, a ellos les da igual.
Pero no todo está perdido, te expulsan, sí, más te dejan hacer una copia de tus datos personales, algo es algo me dirán, no son tan malos después de todo, en esos entornos aún se mantiene un haz de luz. Consuélate, te regalan tus datos, cortesía de la casa, no seas tan exigente.

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