Opinión

Algo Visual

El viernes 17 de febrero estrenaron Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, obra que inaugura la fase cinco del universo Marvel. Esta, como las anteriores del UCM (Marvel Cinematic Universe), se caracteriza por la parafernalia de efectos especiales que posibilitan ver en pantalla mundos fantásticos que, de otra manera, no se podrían visualizar.
Su trama gira en torno al viaje que realizan al espacio cuántico, tras un experimento fallido, dónde se encuentran seres pensantes, algunos con formas curiosas sacadas de las fantasías más profundas.
Estos especímenes viven sojuzgados por un deleznable dictador que ha instaurado un sistema esclavista que se sirve de ellos para satisfacer sus aspiraciones megalómanas, en tal contexto, Ant-Man intentará impedir que sus planes se lleven a cabo, adentrándose en una aventura sin parangón con un desenlace imprevisible.
En esta realización lo más destacable es la aparición de Kang el Conquistador, personaje de largo recorrido en los comics que, en ocasiones, ha puesto de cabeza al mundo de los superhéroes de la casa de las ideas, llevándolos a situaciones peliagudas, incluso a la extinción, debido a las variantes que existen de él en el multiverso.
Este personaje es uno de lo más logrados dentro de la ficción marvelita, ya que tiene una inteligencia elevada, al nivel de los más listos de ese universo imaginario, Reed Richards o Tony Stark, esto, sumado a que viene del futuro, hacen de este uno de los más difíciles de vencer. Su motivación es arrasar con el caos que puedan ocasionar líneas alternas del tiempo y, con esto, poner en riesgo sus planes de conquistar todas las realidades.
Por otro lado, algo llamativo desde el primer momento que nos adentramos en sus escenas, es la similitud de concepto que tiene su entorno visual, así como las representaciones que pululan en sus márgenes, con el de La guerra de las Galaxias. Es resaltante esta semejanza, ya que si no aparecieran los personajes de Marvel daríamos por hecho que es una producción basada en ella o, por lo menos, inspirada, siendo un homenaje a esta producción que marcó un hito en la historia del cine de ciencia ficción.
El lanzamiento de Ant-Man fue solo en cines. Lo mejor de ver este tipo de realizaciones en estos espacios es el sonido envolvente y la calidad de la imagen, ambos elementos hacen que nos sumerjamos en lo que se muestra en pantalla, destacando la gama de colores, sacándole el jugo al apartado técnico y al despliegue de efectos que adornan el metraje de la cinta.
Luego de ver este filme me he quedado con ganas de ver las siguientes obras que se presentarán en la fase cinco del universo Marvel. Espero con impaciencia cual será el desenlace de la saga de Kang y como se las ingeniarán los distintos personajes del UCM para vencerlo, porqué, así como pasó con Thanos, considero que nos esperan una serie de obras que serán entretenidas y nos harán ir al cine para vivir en todo su esplendor la grandeza de los efectos especiales y visuales.

Lume

Agli