Reseña

Forma y perspectiva

En abril de 2017 se inauguró el Apple Park, un centro ideado para ser el referente creativo para las generaciones futuras, se planificó como el espacio en donde se fusionen todas las perspectivas necesarias para el mundo tecnológico. En pro de buscar el mejor futuro posible, es un lugar en donde se entremezcla la naturaleza con las capacidades creadoras del hombre, por eso se diseñó para ser un referente en el uso de energía renovable. Este proyecto fue imaginado por Steve Jobs y para su realización se confió en Norman Foster, su ejecución duró más de seis años, el espacio ocupado por esta construcción es alrededor de 2,8 millones de metros cuadrados. Está elaborado como un lugar de trabajo diáfano, flexible y sin divisiones jerárquicas.
Foster (Manchester, 1935) es, en la actualidad, el arquitecto más famoso del mundo, en sus más de cincuenta años dedicado a diseñar, redefinir y planificar nuevas estructuras, siempre ha considerado su labor como una misión más que como un trabajo, es un convencido de las infraestructuras dignas y eficaces, urbanistas antes que individuales. Su preocupación por el medio ambiente se ve reflejada en su espíritu minimalista, hacer más con menos, la economía de medios; centrado en la sostenibilidad y eficiencia, por medio de la tecnología. Sus más de tres centenares de edificios, han dado nuevos aires a diversas ciudades alrededor de todo el planeta, Londres, Buenos Aires, Madrid, ciudad de México, California, son algunas de ellas. Cree fervientemente en la composición armoniosa de lo viejo y lo nuevo. En Trafalgar Square, edificada en 1840, se hace eco de estas palabras, como parte del plan director de Londres, se mejoró el entorno urbano, logrando el equilibrio entre las necesidades del tráfico peatonal y el rodado, lo señero y lo moderno.
En Madrid tiene una fundación desde 2016, la Norman Foster Foundation, este espacio está dedicado a divulgar, conversar, el legado intelectual del arquitecto ganador de los premios: Pritzker en 1999 (patrocinado y concedido por la fundación estadounidense Hyatt, se le considera de forma coloquial como el Nobel de la arquitectura, es un premio anual) y el Príncipe de Asturias de las artes en 2009 (premio concedido a los artistas que realicen un aporte relevante a la humanidad). Esta fundación busca conservar la obra, diseños, cuadernos, una forma de acercarnos a su proceso creativo.
Hasta hace poco hubo una exposición en Madrid, con la colaboración de la Norman Foster Foundation y Fundación telefónica, bajo el título: «Norman Foster: Futuros comunes». Tenía como finalidad acercar a los asistentes a la obra del arquitecto, asimismo, pretendía ampliar el foco de influencia a un público más amplio, identificando sus fuentes de inspiración, pasado y futuro, confluyendo en el presente. En la muestra presentaban diversas maquetas, dibujos, fotografías, complementadas con videos, en donde explicaban cada una de las propuestas en los diseños, de esa manera, hacían una comparación entre el pasado y el presente, dando una visión integral de cada una de sus etapas profesionales. Su obra ha pasado por distintos momentos, por ello se hace una comparación entre proyectos ejecutados en el pasado con actuales, por ejemplo, compara: sus dibujos realizados entre 1958-1959 con la ampliación que realizó en el edificio de Château Margaux (Bordeaux, 2009-2015), el Carré d’Art de Nîmes (Nîmes, 1984-1993) con el proyecto en desarrollo de la rehabilitación del Salón de reinos del Museo del Prado, la sede de la compañía Bloomberg (Londres, 2010-2017) con la de Willis Faber & Dumas (Ipswich 1971-1975), el Sainsbury Centre for Visual Arts (Norwich, 1974-1978) con la nueva casa de gobierno de Buenos Aires (Buenos Aires, 2010-2015), el Apple Park (California, 2010-2017 junto al proyecto de ocio Fred Olsen (Londres, 1968-1970), el Maggie’s Centre (Manchester, 2013-16) para pacientes oncológicos con la Escuela de Hackney (Londrés 1970-72) para niños con necesidades especiales, el proyecto para el aeropuerto de Mexico (ciudad de México 2014) con el no construido Climatroffice (1971), más adelante se relaciona el sostenible aeropuerto para drones Droneport (2015- ) concebido para llevar materiales vitales, como medicinas y alimentos, a áreas del África rural de complicada accesibilidad por otros medios, con la elementalidad geodésica de su Casa autónoma (1982), no se llegó construir, el metro de Bilbao (Bilbao 1988-1993) con el proyecto urbano del SkyCycle (Londres, 2013), el Thames Hub (Londres, 2013) con el Torre de Collserola (Barcelona, 1988-92). Otro apartado mostraba el estudio realizado en la isla canaria de la Gomera (1975) por encargo de Fred Olsen, con el de la Masdar City (Abudabi, 2007). Dentro de la muestra había imágenes de su proyecto para la Agencia Espacial Europea, Lunar Habitation (2013) con el Cockpit (1964), un minúsculo refugio en forma de cabina de avión.
Este viaje propuesto a través de la obra de Foster, nos muestra de forma sencilla su preocupación por el medio ambiente, por el futuro, por la calidad de vida de las personas, adaptar las construcciones a sus necesidades cambiantes y, asimismo, proteger, proyectar la vida humana más allá de nuestras fronteras.
Antes de asistir a esta presentación tenía algún conocimiento sobre este arquitecto, alguna vez, por encargo, tuve que leer algún estudio de arquitectura, aparte de nombrarlo, también mencionaban a Aalto, Le Corbusier, el recorrido a través del proceso de como idearon sus distintas obras era asombroso, en cada uno de ellos la imaginación era el punto de partida para cada una de ellas, porque ahí reside su genialidad, llevar a cabo sus proyectos.
Al entrar en un espacio así no es necesario tener conocimientos previos sobre el autor. En la muestra, las infografías colocadas por todos lados, nos iban dando las ideas necesarias sobre este personaje, de tal modo que con ello podíamos apreciar sus motivaciones, la fuerza de sus diseños, un viaje hacia el futuro de la forma.

Mitchel Ríos